MUSIC
ROCK & METAL
ANALOG ELECTRONIC

La banda sonora de mi vida
Desde que tengo memoria, la música ha sido mi refugio, mi desahogo y mi motor.
Empecé con una guitarra más grande que yo, y desde entonces no he parado de buscar sonidos que griten lo que a veces no se puede decir con palabras.
ROCK & METAL
Guitarra, fuego y tripas
Mi primer flechazo fue con una cinta de casete regrabada que escondía una bomba:
“Fucking Hostile” de Pantera.
Ahí entendí que lo mío iba a ser crudo, visceral y eléctrico.
Aprendí a base de rebobinar y sacar de oído los riffs de Metallica, y pronto formé mi primera banda:
Infernal Slaughter, que más tarde se convirtió en Malleficarum, con quienes grabé un disco en Italia y firmamos con un sello inglés. También toqué en Noc Interna (rock gótico), en un grupo de grunge como vocalista, y como bajista en proyectos como Jersey Devil, Fetus in Feto (industrial) y Thybreath, cerrando el círculo con mi instrumento favorito.
El escenario fue mi casa. El ruido, mi lenguaje.
Durante años viví la música desde dentro, en los locales de ensayo, en las giras, en el sudor de los directos.
Hasta que la vida cambió.
ELECTRONIC MUSIC / 303
Cuando las máquinas también tienen alma
Con la pandemia y el nacimiento de mi hija, dejé a un lado el escenario para reencontrarme con la música desde otro lugar: más íntimo, más libre, más mío.
Volví a conectar con la producción y la experimentación.
Cajas de ritmos, sintes analógicos, delays, distorsión, reverb…
Me monté mi propio laboratorio de sonido donde puedo ser una banda completa yo solo.
Sin pantallas, sin DAWs. Solo máquinas, cables y energía.
El bajo sigue siendo mi guía. El 303, mi droga.
El acid techno, el dark industrial, los ritmos tribales y repetitivos…
Todo eso se ha convertido en mi nueva forma de meditar, de rugir por dentro, de canalizar.
Guitarra, voz y corazón
Aunque me haya alejado de los focos, la música sigue saliendo por todos mis poros.
Sigo tocando y grabando versiones a mi manera, jugando con mi guitarra acústica y mi bajo,
mezclando estilos, sin etiquetas, sin pretensiones. Solo música, como siempre fue.










